Aún hay esperanzas de que el mundo logre concretar la lucha contra el cambio climático (El Mercurio)

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Aunque los números parecen decir lo contrario, la voluntad política estaría en un punto de quiebre para comenzar a cristalizar la reducción de emisiones en pocos años.

Por Lorena Guzmán H.

Mientras 1.700 delegados de 190 países siguen trabajando a puertas cerradas en Katowice, Polonia, en la Conferencia sobre Clima de Naciones Unidas (COP24) que comenzó esta semana, parece ser que la ayuda del hombre al cambio climático no da tregua. Según proyecciones del Proyecto Global de Carbono, a fines de este 2018 las emisiones de CO {-2} habrán aumentado como no lo habían hecho en siete años: en más de 2%.

En 2017 las emisiones se habían alzado en 1,6%, rompiendo la racha de tres años de estabilidad. ¿Es una tendencia? Para algunos sí. “Queda claro como el agua que el mundo no está cumpliendo con su deber de acercarse a los objetivos del Acuerdo de París de 2015”, dijo Glen Peters, del centro de investigación Cicero de Oslo y coautor del estudio.

Si bien no hay cómo ver el vaso medio lleno si se observan estas cifras en forma aislada, no todos concuerdan con que el mundo le está dando la espalda al Acuerdo de París. Lo que se está haciendo ahora en Katowice es justamente ponerle números a esas metas.

Si bien el uso de combustibles fósiles sigue aumentando y la reducción de emisiones debe comenzar imperativamente en solo dos años -si se quiere lograr que el aumento de la temperatura se detenga en 2º C-, no todo está perdido. El mundo ya está haciendo cosas, asegura una editorial publicada en la revista Nature y encabezada por Christiana Figueres. Ella fue una de las figuras cruciales que logró volver a centrar al mundo en el combate del cambio climático tras el quiebre de la COP15, de Copenhague, en 2009.

“Ya hemos logrado cosas que eran impensables una década atrás”, se lee en la editorial. Una de ellas es la tecnología que está permitiendo la transición definitiva a la energía limpia. Los costos de generación de energía solar han bajado 80%. “Marruecos, México, Chile y Egipto están produciéndola por tres centavos de dólar o menos por kwh”.

Otro tanto ha pasado con las baterías de auto, lo que ha permitido a varios países proyectarse y prohibir los vehículos que no sean eléctricos en menos de 10 años. Además, China, India y la Unión Europea se comprometieron a reducir aún más sus emisiones respecto a lo que plantearon en París, por citar algunos ejemplos.

Se están definiendo los mecanismos para llevar a cabo el acuerdo, lo que, además, permitirá tener un informe mundial de cambio climático para 2023, dice Pilar Moraga, investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2. “Tras el informe científico presentado este año, tenemos claridad que no da lo mismo que la temperatura aumente 1,5º o 2º”, asegura. Nadie pude decir que es ajeno a eso.

Aunque cuánto se logre en cada COP depende del liderazgo político de la ciudad que recibe la reunión, agrega, también es cierto que hay muchos microavances en todo el mundo. Entre los varios ejemplos que destaca la editorial, nombra por segunda vez a Chile destacando su intención de volverse una economía carbono cero. “No se detalla el porqué, pero somos un ejemplo a nivel regional y mundial de lo que hemos avanzado en limpiar nuestra matriz energética”, dice la experta. “Y aún el potencial no se acaba”.

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