Asesoría Científica, doctores: Laura Faríasa, René Garreaudb , Italo Masottic y Verónica Delgadoa / Edición: equipo Cápsula Climática
No. El agua dulce que llega desde los ríos al mar no se pierde. De hecho, es parte del proceso natural conocido como el ciclo del agua. Esta descarga en el océano es sumamente importante, porque: (a) contribuye con nutrientes y la consiguiente preservación de la biodiversidad costera, (b) conserva la geografía de estuarios y fiordos, y (c) mantiene el normal funcionamiento de los ecosistemas a través de la circulación de agua salobre y marina (Masotti, et al., 2018).
Debido a que la surgencia costera, fenómeno que aporta una gran cantidad de nutrientes en el verano, disminuye en la temporada invernal, la descarga de agua dulce se torna esencial en esta época del año para preservar la biodiversidad y los recursos biológicos de la costa.
De manera preocupante, la actual megasequía (Garreaud et al., 2017) ha ocasionado que entre los años 2010 y 2015 los caudales de la zona central de Chile hayan disminuido en más de un 50%, lo que generó una reducción similar en la contribución de nutrientes en nuestras costas (Masotti, et al., 2018). A esto se suma que la zona centro sur del país sería la más afectada por la escasez hídrica en el futuro cercano (Bozkurt et al., 2018), con una baja de la precipitación anual de hasta un 25% hacia mediados de siglo. Debido a estos escenarios, determinar el impacto de la sequía en la biodiversidad costera es un tema pendiente, sobre todo si ya hay ríos que están por debajo de su caudal histórico, como el Aconcagua y el Maule.
Por tanto, si se desea extraer el agua de los ríos que desembocan en el mar para uso humano, se debe asumir una mirada integral, donde se tomen en cuenta tanto las necesidades sociales como naturales. Esto se logra estableciendo un “caudal ecológico”, lo que apunta a mantener una cantidad suficiente de agua en los caudales para el correcto funcionamiento de los ecosistemas, la preservación de los recursos biológicos y la biodiversidad, el aporte suficiente de nutrientes, la dilución de contaminantes, la disminución de los impactos causados por los eventos extremos y la preservación del paisaje.
a CR2, Universidad de Concepción
b CR2, Universidad de Chile
c CR2, Universidad de Valparaíso
Referencias
Bozkurt, D., Rojas, M., Boisier, J., Valdivieso, J. 2018. Projected hydroclimate changes over Andean basins in central Chile from downscaled CMIP5 models under the low and high emission scenarios. Clim Change 150, 131-147.
Garreaud, R., Álvarez-Garretón, C., Barichivich, J., Boisier, J.P., Christie, D.A., Galleguillos, M., LeQuesne, C., McPhee, J., Zambrano-Bigiarini, M. 2017. The 2010-2015 mega drought in Central Chile: Impacts on regional hydroclimate and vegetation. Hydrol. Earth Syst. Sci., 21, 1–21, https://doi.org/10.5194/hess-21-1-2017
Masotti, I., Aparicio-Rizzo, P., Yevenes, MA., Garreaud, R., Belmar, L. and Farías, L. 2018. The Influence of River Discharge on Nutrient Export and Phytoplankton Biomass Off the Central Chile Coast (33◦–37◦S): Seasonal Cycle and Interannual Variability. Front. Mar. Sci. 5:423. doi: 10.3389/fmars.2018.00423
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